...O el poder de apostar.
Hace ahora casi una semana que dedico cada día una fracción de mi tan ocupado (Ironía 100%) tiempo a hacer un poco de ejercicio. Es algo que prácticamente TODOS nos hemos planteado alguna vez y más bien POCOS hemos conseguido. Sin embargo no voy a atribuirle el mérito de esta gran hazaña a mi (inexistente) voluntad de hierro.
Han sido un par de veces aquellas en las que he decidido hacer ejercicio por mi cuenta.. El resultado es sencillo: Lo decido un día, lo cumplo ese día (Justo después de decidirlo), y se acabó. La simple motivación de hacer algo porque decides hacerlo, porque crees que te vendría bien y te apetece, es bastante menor que la pereza de llevar a cabo tal cosa. Si eres alguien de poca voluntad, que evita cualquier mínimo esfuerzo lo mejor que puedes hacer es encontrar una motivación externa... Y yo la he encontrado.
O más bien me ha encontrado ella a mí. Unos colegos, como a mí me gusta llamarlos, apostaron entre ellos hacer ejercicio diario, marcando los días que no lo hicieran en un calendario. Después de dos meses de empezar, deberían pagarle un euro al otro por día sin ejercicio... Me lo comentaron y me apunté. Aparte del tema del orgullo, con lo ratero que soy... He encontrado mi perfecta motivación externa... Por ahora funciona, ya se verá si funciona o no dentro de dos meses xD