Como Cristo...

¡Resucitó!
No tengo otra intención con esta entrada que la de felicitar a mi ex-disco duro que, aunque ya muerto, ha podido devolverme todo lo que quería de él.
A finales de noviembre aproximadamente, mi disco duro Maxtor-pollas sufrió un ataque al ¿corazón? y se fue de mi lado... Realmente él me daba igual, nunca fuimos buenísimos amigos, yo solía cagarme en él por lastrarme el ordenador.
Pero lo bueno estaba en su interior, tenía archivos especialmente importantes... Y no me refiero a películas, música, programas... Todo fácil de descargar. Lo peor de la pérdida eran las fotografías, videos, etc... En él había todo un documental de mi vida durante los últimos años, y no era precisamente pequeño, más bien extenso y bien cargado de información.

Pues bien, gracias a la ayuda de Dios (o a mi vecino el informático... según se mire) mi disco duro ha resucitado y he podido recuperar gran parte de todos esos recuerdos supuestamente perdidos, ya que realmente las pérdidas son desestimables, mínimas. Así que el día de hoy podría ser conocido como: "Un buen día", ya que para mí esto es muy importante.